LA VUELTA A LA RUTINA

¡Hola a todos/as!

Con esta primera entrada del mes de septiembre os queremos hablar de la vuelta a la rutina. A pesar de que el ocio y el disfrute del verano y las vacaciones es algo que a todos nos gusta, es cierto que hay muchas personas que al final del verano ya echan de menos volver a la rutina, a la estabilidad de cada día.

Seguro que más de uno/a de vosotros/as de pequeño/a también sentía ilusión y ganas de volver al cole. Ese momento de reencontrarse con los/as amigos/as, de estrenar libros, de afrontar lo nuevo que vendría en el curso por delante, de retomar actividades, etc.

Tanto es así, que para muchos, el mes de septiembre sigue siendo ese “ inicio de año/curso” , incluso frente al 1 de enero. Y es que: volvemos de las vacaciones de verano, pasamos del verano al otoño, septiembre siempre ha sido el mes de “la vuelta al cole”, de nuevos propósitos y proyectos, etc.

Nos pasamos el año esperando las vacaciones, y cuando están a su fin, es muy común que nos pasemos los días que quedan lamentándonos de que ya se terminan. Y eso hace que nunca acabemos de disfrutar del todo muy probablemente.

Con el inicio de este mes es muy común ponernos unos objetivos, a veces, inalcanzables, exigencias en cuanto a horarios, límites, “obligaciones”…Puede que a priori nos sirvan para organizarnos, pero, ¿por qué no vamos poco a poco?

 

PAUTAS SENCILLAS QUE PUEDEN AYUDARNOS:

 

  • Buscar momentos para el trabajo y para tu tiempo libre/ ocio.
  • Regular los horarios de sueño: en verano, flexibilizamos las horas, ahora, poco a poco, intenta recuperar el horario de trabajo con horas de descanso.
  • Ejercicio físico: trata de establecer o recuperar costumbres que supongan hacer ejercicio físico conforme lo dejaste antes de las vacaciones o propóntelo como nuevo objetivo (caminar, correr, bici, gimnasio, alguna actividad…).
  • Recuperar o establecer hábitos saludables de alimentación.
  • Organizar la agenda y establecer prioridades: trabajo, colegio, ocio… Es importante aprender a distinguir entre “lo urgente” de “lo importante”.

 

 

Los cambios, en general, pueden costarnos. Para ello, es necesario cierta FLEXIBILIDAD.

 

Necesitamos un tiempo para adaptarnos a los distintos contextos que se nos plantean. Este momento puede ser uno de ellos, paciencia, no todo llega de inmediato y en cuestión de unos días estamos de nuevo “en la rueda” de la rutina que a veces tanto “odiamos”, pero, que tanta estabilidad nos proporciona.

 

Mireya Martín Manzano – Psicóloga Sanitaria colaboradora de Dana Centro de Psicología